¿POR QUÉ TENEMOS UN DIFERENDO HISTÓRICO CON LOS ESTADOS UNIDOS?
La capacidad de
conectar los acontecimientos es uno de los principales atributos de la
inteligencia y la cultura del hombre.
El Bloqueo a Cuba
impuesto ilegal e inmoralmente por el gobierno de los Estados Unidos tiene más
de 60 años, pero es parte de un proceso mayor: es parte de un diferendo
histórico entre ambos países que tiene más de 200 años.
Tiene sus raíces en el
surgimiento de ambas naciones, de los Estados Unidos y de Cuba.
La independencia de
las 13 colonias británicas que dieron origen a los Estados Unidos fue
proclamada en 1776 y fue reconocida por Gran Bretaña en 1783. En aquel momento
la frontera oeste era el río Misisipi. A partir de ahí iniciaron un constante
proceso de expansión territorial: En 1803 negociaron con Francia la adquisición
de Luisiana; en 1818 acordaron con Gran Bretaña la ocupación conjunta de
Oregón; en 1819 adquirieron de España la Florida; en 1845 anexaron Texas, lo
cual provocó una guerra con Méjico. Al vencer en esa guerra en 1848 duplicaron
su territorio al adquirir California, Nuevo Méjico, Arizona, Utah y Nevada.
Méjico perdió la mitad de su territorio. En 1867 le compraron a Rusia el
territorio de Alaska. En 1898 anexaron Hawai. Luego, como consecuencia de la
guerra con España, ocuparon Puerto Rico y Filipinas.
Todo ese proceso de
expansión se detuvo en Cuba, isla
que venían intentado adquirir con ofertas a España desde décadas antes.
Ya desde 1823, John
Quincy Adams, entonces Secretario de Estado (después Presidente en 1825) había
escrito: “Esas islas de Cuba y Puerto
Rico, por su posición local, son apéndices del Continente Americano, y una de ellas,
Cuba, casi a la vista de nuestras costas, ha venido a ser de trascendental
importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión.”
Así se desarrollaba
,durante el siglo XIX, el diferendo entre el interés estadounidense por
anexarse Cuba, y la lucha del pueblo cubano por su libertad.
A mediados del siglo
XIX surgía en la isla el movimiento anexionista, promovido por hacendados
azucareros que buscaban la anexión a los estados esclavistas del sur de los
Estados Unidos, como manera de preservar la esclavitud y obtener ventajas
comerciales.
La heroica lucha del
pueblo cubano en sus guerras de independencia, por más de 30 años, y las
victorias del ejército mambí en la manigua redentora hicieron imposible la
anexión.
Para el proceso de
expansión territorial de los Estados Unidos, Cuba quedó como su “tarea
pendiente”.
José Martí asumió el
freno a la expansión norteamericana como la misión de su vida.
Así lo escribió en su
carta testamento horas antes de morir en combate: “… impedir a tiempo, con la independencia de Cuba que se extiendan por
las Antillas los Estados Unidos, y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras
tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso.” Y de Antonio Maceo recordamos la respuesta que
diera en 1890 a un joven que le comentó la posibilidad de que la anexión de
Cuba a Estados Unidos. Esta fue su respuesta: “Creo ,joven, …que ese sería el único caso en que tal vez estaría yo al
lado de los españoles”.
Hay que subrayar
además, que nunca fue solamente un diferendo territorial. Se trataba además, de
conceptos diferentes sobre la sociedad humana.
Los Estados Unidos
emergieron como nación primero manteniendo la esclavitud (que no fue abolida
sino 82 años después de la independencia) y luego impulsando un capitalismo
industrial que incubó agudos conflictos sociales. José Martí, que estudió y
comprendió la sociedad norteamericana como pocos en su tiempo escribió en 1871:
“Nuestra
vida no se asemeja a la suya, ni debe en muchos puntos asemejarse. ……Las leyes
americanas han dado al norte alto grado de prosperidad y lo han elevado también
al mas alto grado de corrupción. Lo han metalificado para hacerlo prospero.
¡Maldita sea la prosperidad a tanta costa!”
El proyecto de
república “con todos y para el bien de
todos” de Martí era bien diferente de la imitación del capitalismo
estadounidense.
En la segunda mitad
del siglo XX el diferendo histórico entre Cuba y los Estados Unidos continuó
expresado ahora en la tenaz oposición de las clases dominantes y los políticos
norteamericanos (noten de nuevo que no hablo del pueblo de los Estados Unidos)
al proyecto de nación independiente, soberana, socialista, democrática,
próspera y sostenible de la Revolución Socialista cubana.
Se trata de dos
concepciones diferentes de la convivencia humana, de la organización de los
hombres para la vida social y el trabajo, y de la distribución de sus frutos.
La creencia básica del capitalismo (incluso en
los que honestamente creen todavía en el capitalismo) es la construcción de prosperidad
material basada en la propiedad privada y la competencia entre los hombres. La
nuestra se basa en la creatividad movida por los ideales de equidad y
solidaridad entre las personas, incluidas las generaciones futuras.
Ese es el problema esencial: todo lo demás,
incluido el bloqueo, son sus expresiones particulares.
La guerra de imágenes y la ofensiva mediática
diseñadas contra Cuba y puestas en marcha en los últimos meses, que hemos visto
con espanto por su contenido de mentira e incultura, es sólo el más reciente
capítulo de un diferendo histórico de 200 años.
Y es muy importante que todos, y especialmente
los jóvenes de hoy, conozcamos sus profundas raíces.
Es la soberanía nacional y la justicia social (indisolublemente
vinculadas) lo que está en juego, y las vamos a seguir defendiendo, aunque nos
tome 200 años más.
Agustín Lage Dávila
Centro de Inmunología Molecular
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