Está en la sabiduría popular el consejo de que: “es mejor saber a dónde y no saber cómo, que saber cómo y no saber a dónde”.
Lo esencial del debate económico y social en Cuba no es técnico, es de valores.
A dónde QUEREMOS IR?
No basta con hacer el inventario de los problemas de la economía que tenemos que resolver. Esos se discuten todos los días, en la calle, en los medios, en las redes sociales, y en cualquier espacio: los precios, los salarios, el abastecimiento, el cambio real de la moneda, los actores económicos, el balance entre sector estatal y no-estatal, la economía informal, la factibilidad de la planificación, el margen de autonomía de las empresas, la dinámica de respuesta de los organismos estatales, el balance entre control y crecimiento, los cambios que se deben hacer, los modelos económicos a estudiar, y un largo etcétera.
Son temas vitales, pero por muy importantes que sean (y lo son), no podemos nunca olvidar que a todos ellos los atraviesa un tema mayor, que es el del consenso en el sistema de valores con el que tenemos que analizar y resolver los problemas de hoy.
De manera irónica lo decía así Yanis Varoufakis, exministro de finanzas de Grecia: “…la economía no es una ciencia. En el mejor de los casos es una especie de ideología con ecuaciones”. Ciertamente no es tan así como lo dijo Varoufakis, y la economía contiene conocimiento científico, en el sentido de regularidades y reglas que se extraen de los datos empíricos del mundo real, pero también es cierto que la manera en que se interpretan esas regularidades y la manera en que se utilizan para tomar decisiones tienen raíces en los valores éticos que guían la sociedad humana en la que ocurren los debates económicos. No ocurren en un vacío político, como pudiera ser el caso cuando los físicos debaten sobre la ley de la gravedad o las partículas elementales.
Por eso nuestra primera y gran tarea es reforzar el consenso social sobre “a dónde queremos ir” con los cambios necesarios en la economía.
·
Queremos una economía que, sin aislarnos del
mundo (“injértese en nuestras repúblicas
el mundo” ... dijo Martí) refuerce la soberanía
nacional, porque sin ella no podremos hacer nada eficaz para defender
nuestros valores.
·
Queremos una economía que sustente y desarrolle
la justicia social, porque sin ella
ni siquiera la existencia de la nación tendría sentido.
Recuerdo un incidente en un debate sobre la economía cotidiana en un parque de Santiago de Cuba, donde las críticas a errores, insuficiencias y lentitudes (reales) fueron derivando por uno de los participantes en críticas a la Revolución misma, lo cual hizo saltar a los otros y decir en tono muy santiaguero algo así como: “que va compay… que basura está diciendo?… a la Revolución no se le toca”. El pueblo sabe dónde está el límite entre la crítica justa y necesaria, y la erosión de los valores.
¿Cómo
IR?
Dicho todo esto, y a
partir del consenso sobre a dónde queremos ir con la economía, hay que hablar
también sobre cómo llegamos ahí, y
entonces caemos en los temas técnicos, en los aspectos concretos de los cambios
que hay que hacer, pues no hacer los cambios necesarios, a la dinámica
necesaria, puede poner en riesgo, por otro camino, los mismos valores que
defendemos.
2. La limitación de los dispositivos de protección financiera durante la etapa de maduración de nuevas empresas.
3. La gestión de Pequeñas y Medianas Empresas Estatales y su operación en “Igualdad de Condiciones” con los actores no estatales.
4. La capacidad de inserción internacional de las empresas, entendiendo que inserción internacional es mucho más que comercio exterior.
LA PROPIEDAD Y LA GESTIÓN.
Formas de propiedad y formas de gestión son dos cosas bien diferentes.
Tenemos que innovar, y mucho, en las formas de gestión de nuestras empresas, para hacerlas cada vez más eficaces como protagonistas del desarrollo en el escenario económico y tecnológico del siglo XXI. Eso es lo que significa saber “cómo ir”. Pero al mismo tiempo tenemos que defender con firmeza la propiedad estatal socialista de todo el pueblo, para llegar a la economía próspera, sostenible, solidaria y de justicia social que queremos. Eso es lo que significa saber “a dónde ir”.
Pero por esa misma inevitable heterogeneidad es que los sectores y empresas más cercanos a las tecnologías de la cuarta revolución industrial (que los tenemos), aunque no sean aún los de mayor peso en nuestra economía, están llamados a convertirse no solamente en fuentes de innovación en sus tecnologías específicas (software, electrónica, comunicaciones, automatización, robótica, biotecnología, y otros) sino tambien en polígonos de ensayo para nuevas formas de gestión que puedan después ir derramándose hacia otros sectores.
No hay recetas ni “manuales” (ni debe haberlos), pero hay mucho consenso en los valores de la sociedad que queremos construir, y mucha voluntad de hacerlo. Encontraremos los caminos.
Agustín
Lage Dávila
Centro de
Inmunología Molecular
Todo muy bien Agustin.
ResponderEliminarSolo le preguntaria, en espera de su respuesta (que Alegria saber que como pueblo nos lee)
:
La innovación gerencial, basada en la creatividad en las formas de gestión, con quien la vamos a hacer? Con los MISMOS cuadros gerenciales, las mismas estructuras de dirección, con los excesivos Ministerios con que contamos, con los MISMOS directivos-dirigentes que siguen aplicando métodos de la Segunda Revolucion industrial en el mejor de los casos y que solo han dado por resultado una abrumadora ineficiencia y continuan en sus cargos?
Errores garrafales y corrupcion como plaga lastran nuestra maltrecha economia. Queremos REconstruir nuestro país desde los valores, desde la Revolucion y la gestion empresarial o cualquier tipo de gestion economica debe asumirse por las personas con dominio Profesional de lo que hacen pero además personas integras y con valores!!!!! Mientras así no sea no vamos a destrabar el camino!!!!
En espera de sus palabras, gracias!
No queda otra que hacer camino al andar. Por una parte nos golpea fuertemente la corrupción a la que hemos llegado (a mi entender se requiere de medidas más enérgicas para los implicados en los hechos contra la economía que al final nos afectan a todos como seres humanos), por otro lado está esa falta de creatividad en espera todavía de que te pongan las cosas desde el nivel central (en. ocasiones desmotivados por la cantidad de problemas que debemos de afrontar de manera diaria) y aunque ser creativo en ocasiones implique resolver en otro lugar algo que nos faltaba, tenemos que darnos cuenta que eso que resolvimos se lo quitaron a otro por último, tenemos una cantidad de personas cobrando un sueldo sin hacer nada o rindiendo en su puesto solo el 50 porciento.
ResponderEliminarSi algo nos exige el bloqueo es ahorro y creatividad