El tema es para todos,
porque estamos hablando de la ciencia como una actividad humana estructurada
con la intención de producir eficientemente conocimiento nuevo. Y eso se hace
de muchas maneras y en muchos espacios.
- En un mundo globalizado y de rápidos cambios tecnológicos, el desarrollo económico depende cada vez más de la conexión de nuestra economía con la economía mundial, y eso no puede hacerse exportando productos primarios de bajo valor agregado, para importar manufacturas de alto valor agregado. Esa conexión hay que hacerla con productos y servicios de alto contenido de conocimientos, y ello demanda capacidades de asimilar creativamente conocimientos y tecnologías nuevas, y demanda capacidades de crear conocimiento, es decir, ciencia e innovación. Se trata de insertarnos en los flujos globales, no solamente de productos, servicios y capitales, sino en los flujos globales de conocimientos.
- En un mundo de enormes y rápidos flujos de información, la soberanía nacional (que necesitamos para poder realizar nuestro proyecto de justicia social) depende de nuestra capacidad colectiva de pensar las realidades mundiales con cabeza propia, y depende otra vez de nuestra capacidad de crear conocimiento. Lo dijo Fidel, como tantas otras cosas, en 1991: “La independencia no es una bandera, o un himno, o un escudo. La independencia no es cuestión de símbolos. La independencia depende del desarrollo, la independencia depende de la tecnología, depende de la ciencia en el mundo de hoy”.
- También el Socialismo, sistema que debemos perfeccionar, pero en el cual seguimos confiando como forma superior y sostenible de justicia social y convivencia humana, depende del desarrollo científico y técnico. La confianza en la posibilidad de un sistema social superior, y la confianza en la ciencia, nacieron juntas en la Historia.
La ciencia, y el conocimiento en su sentido más amplio, son un producto social. Nadie puede poseer todas las piezas de conocimiento previo necesarias para descubrir o inventar algo. Y en la misma medida en que la vida económica dependa de la ciencia socialmente construida, se hará más insostenible y peligrosa la contradicción fundamental del capitalismo entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación.
Una economía cubana basada en el conocimiento será no solamente más eficiente y más desarrollada, sino también más socialista. Hacer ciencia, en Cuba, es también defender el socialismo.
- La sociedad socialista, justa, próspera y sostenible a la que aspiramos, requerirá cada vez más una cultura científica, y no se trata de una u otra institución científica, vinculada a la ciencia mundial, sino de la integración del pensamiento científico en la cultura general del cubano, en todas sus instituciones, en todas sus tareas sociales, en todos los espacios territoriales, en todas las edades.
Asumir las nuevas responsabilidades, porque nuevas son, de la ciencia en Cuba implica hacer crecer, en capital humano y en infraestructura, nuestro sistema de ciencia, tecnología e innovación, y reforzar sus conexiones con la economía, con la educación, con la cultura, y con el mundo.
l El camino de la ingenuidad.
l El camino del estancamiento.
l El camino de la cultura.
Pero esas dicotomías pueden ser superadas. Son falsas disyuntivas,
pues el balance está mediado por la cultura; en su más amplio sentido, ético, y
jurídico, y también por el desarrollo científico y tecnológico.
Así, el desarrollo
científico y tecnológico es una de nuestras principales herramientas para
lograr motivación y creatividad dentro de la propiedad social sobre los medios
de producción, y exploración permanente de alternativas económicas sin
erosionar la orientación de nuestra economía a la satisfacción de las
necesidades materiales y espirituales de todos.
Agustín Lage Dávila
Centro de Inmunología
Molecular
Muy bueno y oportuno lo escrito por Agustín, a partir de sus experiencias de varias décadas de exitosa gestión en conectar la ciencia, la tecnología y la innovación con la economía.
ResponderEliminarMuy bien por el abordaje de este tema. Las dicotomías suelen llevarnos por caminos equivocados, cuando la participación del conocimiento y de sus poseedores, tienen alta incidencia. La polarización en temas socioeconómicos casi siempre conducen a debates que poco favorecen lo que resulta inaplazable: la acción para avanzar poco a poco con sostenibilidad. Es cierto que esos que menciona el Dr. C. Agustín Lage, son falsas dicotomías.
ResponderEliminarGracias por estas contribuciones semanales.
Muy buena idea tratar la ciencia, la tecnología y la innovación en los momentos cruciales de Cuba, que a dado muestras de que la economía cubana tiene que ser próspera y sustentable.
ResponderEliminarMuy buen comentario si se tiene en cuenta que la ciencia en Cuba constituye un pilar en el desarrollo curcular
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